Siempre he creído que el cuidado de la piel va más allá de lo estético. Para mí, es un ritual, un espacio íntimo en el que me reconecto conmigo misma después de un día lleno de pendientes, responsabilidades y prisas.
Mi rutina nocturna de skin care coreano tiene 8 pasos —sí, ocho— y me la tomo en serio. No porque me sobre el tiempo, sino porque me lo regalo. Es mi forma de consentirme, de terminar el día con calma, haciendo algo solo para mí.
Y en ese ritual, hay un paso que nunca falta: la crema dermatológica de RIMAN.
💧 Es el broche de oro de mi rutina. Tiene una textura deliciosa, se absorbe rapidísimo y deja en la piel una sensación de frescura inmediata. Pero lo que más me gusta es cómo tensa y alisa suavemente, como si aplicara un efecto botox natural, sin necesidad de agujas ni procedimientos.
🌿 Está formulada sin ingredientes agresivos, sin perfumes artificiales, y es ideal incluso para pieles sensibles como la mía.
Y aunque mi rutina ideal es por la noche, sé que hay días que no siempre me da tiempo. Por eso, siempre me aseguro de al menos aplicarla en la mañana, justo antes de salir, porque en segundos revitaliza mi piel, la hidrata y me hace lucir mucho mejor.
Hoy, más que un producto, se ha convertido en un aliado de mi bienestar, en parte de mi identidad como mujer que trabaja, que cuida de los suyos, pero que también se cuida a sí misma.
Si tú también estás buscando una crema que de verdad funcione, que te haga sentir bien y que sea parte de ese momento solo tuyo, te recomiendo que pruebes la crema dermatológica de RIMAN.
Te aseguro que tu piel —y tú— la van a amar.
Con cariño,
Abigail L.
Autocuidado que se siente 💖
